12 diciembre, 2013

Resonancia cerrada, la próxima vez lo haré mejor.

Hoy me he hecho una resonancia. A la pregunta de si tienes claustrofobia yo conteste con avidez que NO. Te preparas te subes al aparato y te colocan, y te meten dentro del canelón. Así me sentí al principio como el relleno de un canelón, aunque aquello era más bien un canalón.

No quise abrir los ojos y ya dentro empecé a notar calor y taquicardia, pero ¿cómo? ..y por qué. Lo primero que hice fue respirar despacio como dijo la técnico de rayos, pero no, la cosa no iba mejor. ¡Ya está voy a contar¡, pero hasta cuántos , hasta 2600, 3200... ¡pouf, pouf¡. La mente se llenaba de pensamientos nocivos para mi situación actual, que intentan agobiarme.

Vale. Piensa. Esto es cosa de tu cabeza, es una prueba segura que no duele, y aquí estas tan pancha tumbada a la bartola. Aunque ahora ¿esto qué es?, esos ruidos que repiquetean, qué incómodos, es como un martilleo.

 De acuerdo, pensaré que voy a hacer cuando salga de aquí, y también mañana qué pongo de comida, ...NO, no funciona, quiero salir. Otra cosa, pensaré en estar mirando las estrellas o tumbada en la playa al sol...NOOOOOO, quiero salir también. Quizás debiera usar el pulsador que me han dado por si me agobiaba mucho. No, no abras los ojos. Da igual si tienes 30 cm que te rodean o 3 metros, esto se pasará.



Stop, resetea, esto puedo hacerlo. Ya sé, usaré la meditación de las clases de yoga. Me evado, me voy a ir, a un túnel luminoso agradable como el que hay en los acuarios donde ves pasar los tiburones por encima de ti, y las mantarayas, ...síiiiiiii y respiro despacio. Estoy mejor, soy una estrella de mar, estoy tranquila, estoy segura. Sé que me falta menos y que está prueba es buena para mí. Puedo hacerlo. Lo estoy haciendo mejor.

Ahora ya  casi puedo reírme, me acuerdo de mi marido, que se agobia buscando debajo de la cama los juguetes de los niños. Esta prueba sería difícil para él, pero si tienes distraída tu mente, se hace más corta ¿Yo qué haría para que se le hiciera más corta? Ya sé, le contaré el último episodio de su serie favorita, total se quedó frito a la mitad. Y así de paso consigo relajarme, centrarme en la trama y dándole  toda clase de detalles de los protagonistas, le hago bromas en mi narración, es la sexta temporada de esta serie y no recuerdo el nombre de este personaje, ¡qué fuerte¡
Ya no se oyen repiqueteos, vuelvo  a pensar en salir. Si después de esta canción del hilo musical no vienen, llamaré al pulsador. No sé cuánto llevo aquí. Oigo una duuuulce voz, viene a sacarme. He de reconocer que con cierta alegría por mi parte.

Lo sé, si lo tuviera que volver a hacer lo haría mejor. El tubo está hueco por delante y por detrás y ellos te ven constantemente por el cristal. No estás solo. No hay motivos para que tu cabeza maneje la situación. He de decir que algunas películas no ayudan, pero si tuvieras a tú niño dentro  de la resonancia qué le contarías para que estuviera tranquilo y feliz. Seguro que se te ocurre algo, SEGURO.